Friday, April 04, 2008

Batallas perdidas - Alfredo Dammert

Batallas perdidas es el grito desesperado de una mantis religiosa macho al dejar que la hembra arranque su cabeza. como la mantis, los protagonistas de estos relatos parecen convencidos de que deben cumplir su destino a sabiendas de que, en algunos casos, lo único que obtendrán será su autodestrucción.
A lo largo de una serie de cuentos de variados registros, que van desde relatos realistas a los de corte fantástico, Alfredo Dammert consigue crear distintos paraísos camuflados que se manifiestan a través de tentadoras siluetas femeninas, historias de amor inconclusas e inconfesados secretos de familia, y que nos recuerdan que en la vida uno aprende no solo de sus triunfos sino también de sus batallas perdidas


Los personajes de Batallas perdidas no son personas a quienes el hecho extraordinario les acontece de manera fatal, más allá de ellos o de sus deseos. Al contrario, la mayoría de relatos presentan sujetos que están decididos a que ocurra algo especial en sus vidas. Algo tan especial y diferente que los arranque de su rutina y los convierta en personajes de cuento, digamos, o más precisamente personajes de otro cuento. Es decir, son sujetos que viven inmersos en la rutina del segundo tipo de narraciones que describí, que están decididos a convertirse en protagonistas de una historia literaria más convencional y llena de sorpresas. Sin embargo, el lector sabrá deducir por el título del conjunto de cuentos de que esa expectativa queda finalmente frustrada. Estas historias son “batallas perdidas”, momentos en los que un golpe de suerte o una decisión termina convirtiéndose en una decepción para los personajes que quedan sumidos así aún más profundos en su rutina, sin poder escapar de ella.
Iván Thays


Enfrentar la realidad no es necesaria ni exclusivamente una experiencia física, se trata también —aunque con ciertos bemoles— de un contacto o pulsión con lo evanescente, lo fantasmático o lo inteligiblemente intangible. La ficción —concepto que no se opone a la realidad sino que se vale de ésta para fines tan nobles como la literatura o para propósitos tan ruines como el amarillismo— es, desde la acepción menos filosófica y científica, un vector, o sea, un agente que transporta algo de un lugar a otro. Pero esta noción no resulta tan frecuentemente evidente, salvo que el azar nos permita toparnos con un libro con las características cíclicas —respecto a aciertos, revelaciones e incertidumbres— de Batallas perdidas, colección de cuentos de Alfredo Dammert, publicada bajo el sello Mesa Redonda. (Leer más en el blog Esta boca es mía).
José Donayre

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